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TEXTOS
Thursday, May 27, 2004
 
De este lado del río

Estabamos los dos solos. El escritor argentino me miraba en silencio, yo también lo miraba sin decir nada.
Estabamos, una vez mas, confundidos.
Mario fumaba sus Gauloises de manera desapasionada. Algo no funcionaba o por lo menos no como nosotros lo presumimos. Nuestra mirada era borrosa.
¿Que pensas?, me pregunto Mario
Que no entiendo que pasa y creo que vos tampoco.
Tenés razón, yo tampoco comprendo.
¿Que vamos a hacer?
No lo sé. Le podes preguntas al bachiller Rutolo, lo dije como para hacer una broma.
Excelente idea. Por algo sos el líder.
Lo dijo serio y convencido que era una buena idea. Mario siempre tenia detrás de sus ojos algo que hablaba de peligro. Se puso de pie y sin decir nada fue hasta la otra habitación.
Quede solo.
Mire la mancha de humedad como buscando inspiración.
Me perdí en formas borrosas y mire poniendo los ojos como cuando uno mira la llama de una vela.
Vi un desierto y un hombre sentado sobre la arena. Me llamo la atención pues no era Junus.
A este era la primera vez que lo veía. Quede a una prudente distancia mirándolo.
Parecía cansado. Mejor dicho daba toda la sensación de estar profundamente aburrido. Miró en dirección al oeste. Se veían allá lejos como relámpagos que viajaban de un punto al otro.
Al poco tiempo me di cuenta que eran disparos de armas muy pesadas. El hombre se dejo caer sobre la arena y quedo mirando el cielo como buscando explicación. Hago lo mismo y esta vez sentí casi de manera concreta el contacto de mi cuerpo con la arena. Fue una sensación extraña. No era como cuando solía tirarme en la arena de la playa de San Bernardo en mis antiguas vacaciones junto al mar, esto era distinto. Parecido pero diferente. Mi cuerpo hacia contacto con la superficie de ese desierto de una manera sutil. La sensación era como que estaba pero no estaba. Aun en ese estado de confusión me sorprendió el cielo. Hubiera jurado que era el cielo de Gire.
El hombre solloza de manera silenciosa en su posición. Sentí una ola de angustia llegar a mí. Me puse de pie de manera rápida buscando protección y me moví como queriendo sacar esa arena de mi alma. El hombre siguió en esa posición sin detectar mi presencia.
Sollozaba de manera queda. La energía del lugar tomó una temperatura elevada. El calor me hizo transpirar. Era de noche y por lo tanto esa temperatura no era del medio ambiente, pertenecía completamente a ese hombre recostado en la arena.
Su desolación era devastadora.
Tuve la intención de acercarme para tratar de consolarlo pero me detuve.
Mire una vez mas el cielo y era magnifico, aun con esas nubes negras era imponente.
Desvié la mirada y di una vuelta completa mirando el horizonte. No era en el oeste solo que se distinguían los disparos. Era por todos lados la misma situación. En los limites había una guerra desatada.
Aquí tengo algo que nos puede orientar, dijo Mario
De manera brusca regrese a la cocina. El escritor tenia en sus manos una serie de papeles viejos. Los desplegó sobre la mesa y los ordeno con una lógica que escapaba a la mía.
¿Que te pasa?, inquirió.
Nada, nada
¿Que te paso?, insistió
Nada.
Mira viejo, la cosa esta difícil y cada dato puede traer una clave para entender la situación, así que dejate de jugar el papel del misterioso.
No serviría de nada que te cuente donde estaba antes de que vos entraras.
No dijo mas nada, se sentó y prendió un cigarrillo. Me miraba con atención creciente.
¿Estabas en otro lado?
Sí.
¿Donde?
En un desierto.
¿Y que pasaba allí?
Había un hombre llorando y en los limites de ese lugar se veían disparos de armas
pesadas.
¿Hacia calor?
No en el desierto, era de noche, pero el hombre me trasmitía una elevada temperatura. Creo que era su terrible angustia que me llegaba de manera implacable.
¿Era de noche?
Si, ya te lo dije.
Si, ya me lo dijiste.
Mario estaba más raro que de costumbre. Algo le pasaba pero no me daba cuenta que era.
Pensaba, por lo menos eso me parecía, de manera alocada. Algo lo atormentaba.
¿Cómo podes estar en esos lugares?, dijo finalmente.
No lo sé. Solo sé que voy.
Si, no hay dudas, sos el tipo.
No, por favor, no otra vez.
Sí. Tenes que confiar en vos.
Yo confío.
No me jodas me interrumpió Vos sabes que no es verdad.
Se paro de manera violenta y tiro una silla al suelo. Estaba bastante descontrolado. Se movía de manera nerviosa. Se puso a golpear la pared ferozmente, yo no atine a nada, lo único que podía hacer era mirarlo.
Estas dando muy poco de vos. La causa necesita que te vacíes en este tiempo que viene.
¿La causa?
No me hagas perder tiempo estallo a los gritos No preguntes cosas que no puedo
responder.
Pero.
Estas muy débil aun. Tenes que confiar en vos y en la fuerza que te protege.
Esa frase de película tipo la guerra de las galaxias me tentó un poco, es mas estuve a punto de ponerme a reír, pero me pareció peligroso para mi salud hacerlo.
Yo puedo ayudarte continuo en algunas cosas pero el que puede ir y regresar de ese desierto sos vos. La puta madre que lo parió estallo ¿Por qué te toco a vos?. La puta madre que lo parió. Me vengo preparando hace años para eso y te tiene que tocar a vos que innegablemente no sabes nada de nada. No los entiendo. No los entiendo.
¿A quien no entendes?
A los que están detrás de las rosas blancas.
¿Como?
No sé mucho más. ¿No te das cuenta que yo no tengo esa habilidad de ir y venir?. Seguramente lo hacen por algún motivo.
Estaba histérico, iba de un lado al otro sin un motivo aparente y golpeaba las paredes. Yo lo veía tratando de calmarse, hacia un esfuerzo sobrehumano para tranquilizarse.
Claro que si. Tiene que haber una razón. Seguro. estaba como enajenado Es que yo no tengo pasaje de ida y vuelta. Mi boleto es en sentido único y seguramente si voy no vuelvo más. Me protegen.
¿Quiénes te protegen?
No lo sé. ¿Cómo saberlo?. El pueblo del secreto esta detrás de todo esto. Hay un diagrama, eso lo sé. Lo que no se es como y para que esta ese diagrama. Yo solo veo el tejido desde abajo y desde esa posición es imposible ver el dibujo que hay en la alfombra. Solo logro ver desde abajo y por supuesto que no entiendo de que va la cosa. Suerte perra.
Finalmente se sentó. Me miro y en sus ojos había muchos sentimientos mezclados, entre los que logre identificar un odio atroz.
¿Que dicen esos papeles?, me pareció prudente poner un paño frío a la acalorada situación.
Si, tenes razón, una vez mas tener razón, tenemos que calmarnos.
Mario respiro de manera profunda buscando una tranquilidad que no tenia.
Regreso a los papeles y me llamo con un ligero movimiento de cabeza. Fui y vi unos dibujos casi infantiles. Eso había en los papeles, diseños y letras des prolijas.
Este es el plano que el bachiller me dijo que tenia que mostrarte.
¿El bachiller me conoce?
No a vos en persona. Me dijo que cuando conociera al tipo tenia que mostrarle esto y vos, a pesar tuyo, sos el tipo.
No quise discutir ese punto, no era mi intención echar leña al fuego que consumía interiormente al escritor argentino. Mire los papeles y no entendí nada.
Él me miraba y comprendía lo que me pasaba, sacudía la cabeza y miraba al techo, yo también sabia lo que le pasaba.
Me podes explicar, le pedí.
Si. Acordate que todo esto es como un juego de metáforas, de mitos y leyendas puestos en movimiento. Es un juego. Son todos juegos de la mente.
Mario respiro, me miro y en mi expresión vio el total y absoluto despiste que me dominaba. Prendió otro cigarrillo y dijo
El signo de nuestro tiempo es lo incierto. Esto se podría definir con una palabra: crisis. Si miramos el ideograma chino que representa esta noción, vemos que esta formado por dos ideogramas, uno significa peligro y el otro oportunidad. Uno navega en este rio tormentoso que es el presente. Estos papeles señalo los que estaban sobre la mesa están hechos para ser utilizados como una guía hacia el limite de las fronteras.
¿Para que hay que llegar a esas fronteras?
Para trascenderlas. Cuando uno llega a las fronteras lo dijo mirándome fijamente a los ojos tiene pocas opciones. Uno puede huir y repetir viejas formulas o puede trascender las fronteras.
¿Me estas tratando de decir algo?
Si. ¿No te pensaste nunca que quizás existen otros horizontes que no logramos ver?
No.
Todo esta cambiando de manera vertiginosa. La progresión es trigonométrica y esta aceleración genera una sensación de descontrol. Pero siempre que hay una pregunta correcta hay una respuesta. Eso dicen los que saben. Por ejemplo la física cuántica nos presenta el mundo material como inestable, al contrario de lo que afirmaba la física clásica. Estamos en la época donde se afirma el "principio de incertidumbre". Este principio tiene consecuencias muy molestas para nuestra concepción del mundo. Según esta teoría no podemos ver el universo físico tal como esta por que somos parte de él. La objetividad no es posible. La realidad debe estar entendida como un todo que esta cambiando permanente.
Pero, todo esto que decís.
¿Que?
Es que. Quiero decir. Vos sabes mucho mas que yo.
Si, lo dijo suspirando.
Entonces.
¿Que?
¿Por que no sos vos el tipo?
Quizás por eso mismo. Porque sé mucho. Vos sos el tipo
Me da un poco de miedo ser el tipo.
Tenes que pasar las fronteras.
¿Como?
El bachiller dice que lo que impide creer que pasar las fronteras es posible, es pensar que es imposible. Si tenemos una creencia limitada no podremos ver mas allá de esas murallas.

Mira Mario es muy interesante lo que decís, pero.
¿Pero que?
Yo solo quiero salvar a mis amigos. Sé que están prisioneros porque vi cuando los secuestraban y creo intuir que están en alguna parte de París y.
Ya sé me interrumpió de malas maneras. Ya sé. Tu mirada te llega hasta la nariz.
Si. Si queres verlo de esa manera. Yo sé que es casi seguro que voy a morir en el intento pero no puedo hacer otra cosa. No puedo dejar de hacerlo pues tengo que ayudar a mis amigos. El Flaco, Jesus, Pipita y Ella estan prisioneros...
¿Lo haces por la amistad, el amor?
Sí.
¿ Y decís que eso es todo?
Sí.
Idiota, cretino. Si yo pudiera hacer eso seguramente seria el tipo. Que hay mejor que luchar por el amor y la amistad.
Es que no puedo hacer otra cosa.
Deja de explicarte. Deja de disculparte.
No entendes.
Si, te entiendo. Intelectualmente te entiendo pero en mi corazón hay tanta herrumbre que solo puedo entender con la razón. Y, si. Ellos saben más.
Se detuvo un momento. Sentía en su interior una batalla terrible desatarse. Los músculos tensos de su cara lograban desfigurarlo. No sabia que pensaba pero era una tormenta terrible la que lo desbastaba interiormente. Yo no sabia que hacer. Quizás lo mejor fuera que salga a caminar. Sin decir nada enfile en dirección a la puerta de salida. Él fue de manera enloquecida sobre la puerta y la cerro con fuerza. Me miro con una furia incontrolable. En el fondo de sus ojos leí mi muerte. Mario transpiraba y respiraba de manera desesperada buscando calmarse. Avanzo un paso en mi dirección y sentí que me iba a matar allí mismo. No podía huir. Saco, de un costado oscuro de la casa, un palo enorme. No podía creerlo, después de haber sobrevivido a los torturadores de siempre iba a terminar masacrado por un sucio escritor argentino.
Alzo el palo para golpearme. Sentía en él la lucha. Lo mire a los ojos y creí ver en el fondo de los mismos, muy en el fondo, una rosa blanca.
Ayudame, le dije. Ayudame a salvar a mis amigos. Ayudame a salvarla a Ella. Sin mí ellos están irremediablemente perdidos. No les hagas eso a ellos. Ayudalos ayudándome.
Mario finalmente dejo el palo en medio de temblores en todo el cuerpo. Se sentó y prendió otro cigarrillo.
Hijo de puta me dijo a los gritos no me pediste por vos, me pediste por tus amigos. Hijo de puta.
Termino por calmarse, su respiración recobro un ritmo bastante armónico.
Nos mirábamos en silencio. Se levanto, tomo una silla y la destrozo contra la pared.
Ahora si me dijo sonriendo Ahora estoy mejor.
Su sonrisa no era muy clara. Mire la silla destrozada y sentí un alivio enorme de seguir de este lado del río.

Enrique Morales
el texto me lo envió un amigo en común, el Sr.Leonardo Odierna



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